RSS

Presencia Ausente

martes, 21 de septiembre de 2010


La distancia es relativa, o al menos es lo que intento creer. No es un impedimento, ni es razón para obviarte. Estás, aunque no presente, te contemplo sin poder observarte.

El apreciar sin presenciar es un sacrificio para mis instintos, pero no más fuerte que el significado, el motivo de un sentimiento constante, un pesamiento dominante.

Es mas que un deseo, mis labios interceptar con los tuyos, tus manos acompañarme en el camino, invocar a la brisa en un abrazo, fusionar los sentidos, compartir un destino.

Existen promesas, quizás no eternas, las palabras pueden ser papel o aliento con incierto porvenir, más no la forma en que las inmortalizas, un gesto, un beso aunque hacia el viento, se presenta oportuno para saciarme temporalmente, esperando tu regreso.

Heme aqui acompañandome de tu presencia ausente, distante pero aún cercana, tu aroma se impregno en mi ambiente, persistes en cada mañana;tarde;noche; aún eres tu quien me acompaña.


- Jaime Estuardo.

Inadvertido

lunes, 31 de mayo de 2010

Ciego, no. El evitar verte
no es más que abstenerse
verdades ocultas sin volverse mentira
simplemente por el hecho de no ser descubierto.

¿Descubierto?
demasiada sinceridad
sentidos expuestos y autodirigidos
sentimientos vulnerables a tu presencia
pero no inmunes en tu ausencia.

No hay olvido, sino descanso en el pensamiento
tiempo, distancia, anticipando conclusiones
seguridad en las palabras escritas
que en voz alta se nos escapan
¡Véte viento! que ya he viajado lo suficiente
¡Siembrate paciencia! que de ti hoy dependo.

Mudo, no. El contrarrestar
mis palabras inoportunas
me han hecho sabio
¿Momento apropiado?
no lo sé, ni lo preciso
¿Es justa la petición de mis labios?
puede ser, solo tú haz de comprobarlo.



Jaime Estuardo.

Estrella Fugaz

martes, 11 de mayo de 2010

Suspiro.
Una estrella más se ha esfumado
procedencia incierta, destino infinito.

Tu luz aunque leve logró grabarse,
impregnarse, inmortalizarse en mi memoria
quedarse hasta en mis sueños, desvelos
y sin aviso retirarse.

Te interpones ante luz constante
brillo, tono diamante, luz de luna
llama en vela, sol de día, hoguera eterna.

Vuelas hacia otro universo
volverte sol es tu objetivo.

Jupiter, Saturno, Plutón y hasta Neptuno
añoran tu retorno; predecible naturaleza
dices adiós y jamás regresas.



Jaime Estuardo.

Simple Mortal

martes, 27 de abril de 2010

Externando risas inoportunas
alaridos enmuteados
besos insípidos a labios injustos
-Todo me parece irónico e insual-.

Un ángel caido pidiendo a gritos libertad,
demonios arrepentidos, encadenados a su culpa.
Agua bendita evaporada
al mojar la frente de un santo,
-Sigue siendo confuso e irreal-.

¿Hemos de transitar ciegamente
en nuestro destino y permitir que lo
obvio pase desapercibido?

Que en nuestras caidas
nos dignemos solamente a sanar nuestras heridas,
esa sangre que brotó con un solo propósito:
hacernos despertar, escuchar, observar,
saber que estamos hechos de carne y hueso
¡Vivimos porque respiramos!

Seguimos siendo simples mortales
dependientes de nuestra ignorancia,
semejantes a un ser supremo
creado por nuestra necesidad de ser protegidos.

“Un Universo inexplicable,
un hogar irreconocible”.

Sé exactamente en donde estoy.
Ahora dime...

¿Qué es lo que soy?



-Jaime Estuardo-

"Chapinol"

lunes, 5 de abril de 2010



- Este siguiente post se encuentra basado en un artículo publicado en Prensa Libre el pasado lunes 29 de Marzo 2010 -

El redactor (Mario Antonio Sandoval) desconoce de igual forma el autor del siguiente artículo titulado: “Hablando en buen chapín” pero resalta el hecho de que ha sido un gran aporte a la cultura chapina y como bien lo menciona dicho artículo: “riega la bola”...


Hablando en Buen Chapín.

“No se si a usté, pero a mí me encantan los chapinismos: esas expresiones coloquiales, precisas como el centavo y fieles a nuestra imaginación. Las tenemos siempre en la punta de la lengua porque fueron las primeras con las que escuchamos nombrar el mundo y las que nos permiten hoy decirlo sin ambigüedad ni distancias. Sin tapujos, pues: No es lo mismo decir bolo, que ebrio; ni cuque, que soldado. No es igual chonte, que policía; ni cholla, que parsimonia; ni choco, que cegatón.

Las imágenes que llegan con las segundas son... ¿Cómo decirlo? Más nebulosas, más ralas, menos vívidas...meras vidriosas, puessss.

En otros lares molestan; aquí, jocotean o friegan o amuelan. Por ahí se disgustan; aqui nos enojamos, mascamos o mosqueamos. En otro sitio podrán sentir asco, pero nunca tener ñañaras. O suerte, pero no leche. En otros países critican, aqui pelamos; platican, aqui chachalaqueamos, ojean, aquí pescueceamos. Por allá hacen trampa, aquí transamos. Algunos roban, aquí se huevea. Otro puede morir, nosotros petateamos, o estiramos la pata. Si usté es de Guatemala entiende que no es lo mismo tener shola, que sheca; ni trompa, que jeta. Aquí tenemos canillas. Nuestras manos saben tentar, tantear y puyar y mayugar, acuchuchar y molonquear. Conocemos la textura del telenque, la apariencia del pilishte, el precio de rascuache, el peso del tetunte, la medida de pushito.

Güiros y chirices los hay chipes y sholcos, shucos y quishpinudos. Patojos los hay shutes y relamidos, chispudos y bayuncos. Nenas las hay chulas y pizpiretas, patantacas, cornetas y mishes. Hombres los hay cuenteros y pichicatos, bagres, coyones y nagüilones, aunque también los hay con yemas. Mujeres las hay cuscas, rucas y fufurufas, chirmoleras y metiches. Negociantes hay poco cabales y muchos trinqueteros y chuchos o alagartados. Viejitos los hay chochos y chusemas. Políticos solo hay choteados. No hay quite.

Las buenas palabras (modismos) nos reclaman. Somos de aquí, ¿Verdá (perdón) vaá muchá?, así que hacete la campaña de regarte la bola como buen chapín que sos”.


...Con este artículo no puedo sentirme más que orgulloso de nuestra jerga tan peculiar, tan nuestra y única. Que nos identifica a nosotros como chapines, cabrones y chispudos, llenos de imaginación, divertidos, amigables, sociales y siempre apegados a nuestra familia y tradiciones. ¡Estoy muy orgulloso de ser un chapin, hecho y derecho!


- Jaime Estuardo -

"De-pendejencia"

lunes, 29 de marzo de 2010

Como en todas las entradas de mi blog, intento ser imparcial en cuanto a los temas que abordo y pretendo no hablar en primera persona, aunque en ocasiones si sean parte de mi desahogo personal y/o colectivo en cuanto a mi entorno y sus circunstancias. En esta ocasión me veré obligado a inclinarme completamente al hecho de que la dependencia es un castigo constante, y no existe vía alterna (refutable), es una manera de pensar en base a ciertas experiencias y hoy he decidido plasmarlo en este espacio con objetivos propios.

La dependencia ciertas veces se convierte en una adicción inconciente, una manera cómoda de ver la vida, aferrándonos a algo o a alguien, con el objetivo de refugiarnos, sentirnos “salvos” y sobreguardados, aunque a veces tengamos que cumplir con ciertas reglas, leyes o normas para permitirnos ese “privilegio” o necesidad autoimpuesta.

Este estado de “esclavitud”, en ciertas ocasiones se convierte en un modo de vida un tanto mediocre, el miedo se ha convertido en un parásito imposible de exiliar, y es porque realmente ya nos hemos acostumbrado al hecho de que así somos y así estamos destinados a ser y actuar. Refiriendome a mi post anterior: ‘¿Por qué a mí?’ vemos que muchas veces actuamos ciega e inconcientemente, simplemente porque así es como hemos vivido y ya nos parece “normal”, y nos quejamos de nuestro estado o peor aún, actuamos con cinísmo y dejamos que nos sucedan desgracias a pesar de ser previstas.

Actuar, un verbo tan fácil de pronunciar, pero muchas veces imposible de realizar y más aún habiendo aceptado nuestra condición de “dependiente”. Erradicar el problema, cierto pero ¿Por donde empiezo?, primero por saber que realmente ésta dependencia es un problema, que no nos deja continuar ni actuar en pro de nuestra “independencia”.

Podría enlistar mil indicios y situaciones en las que nos vemos aferrados a un motivo, forma de vivir, vicio, entorno, situación financiera, condición sobreimpuesta, amenaza, asunto familiar, entre otros. Pero podría concluir no importando el motor del mismo, que todo esto nos los buscamos nosotros mismos, y no salimos de ello porque no queremos abrir los ojos ante la realidad, sino que aún dependemos y nos vemos amenazados por el temor de saber ¿Qué pasaría si? (¿What If?) - Retomando la incógnita del post anterior -

Y es que está en nosotros salir de esa dependencia y tomar las riendas de nuestra propia vida, ser alguien y mostrar al mundo nuestras intenciones y sueños por cumplir, dar más de nosotros mismos sin esperar nada a cambio ni las criticas de terceros, explotar nuestros talentos elevando el potencial a su máxima expresión. Sin miedo a nada.


- Jaime Estuardo -

¿Por qué a mi?

jueves, 25 de marzo de 2010

En ciertas ocasiones nos preguntamos si es pura “fregadera” que nos pase cosas que nos transtornen nuestros propósitos y deseos de hacer algo, que nos trunquen nuestros objetivos y que todo a nuestro alrededor se vaya desmoronando; ¿Será que es cuestión nuestra? o Es que realmente estoy destinado a recibir buenos “trancazos” en la vida y que mi persona vaya a servir mínimo como mal ejemplo para la sociedad.

Me podrán decir: Todo esto te lo buscas vos mismo, - dependiendo de tus acciones así serán los resultados - Y uno de terco podrá responder con un: ¡Tené gracia! si hice todo lo “pude” y al final siempre fallé... Pero si nos ponemos a analizar realmente el porque de cada uno de nuestros fracasos veremos que todo esto lo buscamos nosotros mismos, nuestra preparación y acciones en la vida son los parámetros que influyen directamente en lo que obtendremos y nadie más que nosotros puede manipular nuestro destino.

Muchas veces nos quejamos de lo que nos sucede, vivimos en constante pelea con nuestra existencia y le echamos la culpa a “seres superiores”. Pensamos que así nos podremos desahogar en cierta manera, aunque estemos concientes que será temporal.

Las repetidas quejas siempre van acompañadas de una constante que cita: ¿Qué hubiera pasado sí? En inglés (que mejor lo describe): ¿What if? Y es que nos encanta tanto extender nuestras excusas e imaginar que hubiera sido mejor de otra manera, núnca estamos conformes con lo que somos y hacemos, menos aún nos ponemos a pensar que las consecuencias son realmente cuestión nuestra.

En resúmen, no soy un psicólogo para saber ¿Por qué actuamos así? pero en base a las experiencias (todos las hemos tenido) pude deducir que somos nosotros los únicos que decidimos si accidentarnos a cada rato con nuestros errores o realmente erradicarlos y actuar “bien” que implica dedicarnos, planear, adelantarnos a la jugada si es posible, con tal de evitar ese cuestionamiento tan estúpido: ¿Por qué a mi?.

Es un desahogo imparcial, no pretendo que me lean, pero si de paso les gusta: dejen su comentario, que alimentarán las ganas de seguir escribiendo y “fumándo” de la buena...


-Jaime Estuardo-