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"Chapinol"

lunes, 5 de abril de 2010



- Este siguiente post se encuentra basado en un artículo publicado en Prensa Libre el pasado lunes 29 de Marzo 2010 -

El redactor (Mario Antonio Sandoval) desconoce de igual forma el autor del siguiente artículo titulado: “Hablando en buen chapín” pero resalta el hecho de que ha sido un gran aporte a la cultura chapina y como bien lo menciona dicho artículo: “riega la bola”...


Hablando en Buen Chapín.

“No se si a usté, pero a mí me encantan los chapinismos: esas expresiones coloquiales, precisas como el centavo y fieles a nuestra imaginación. Las tenemos siempre en la punta de la lengua porque fueron las primeras con las que escuchamos nombrar el mundo y las que nos permiten hoy decirlo sin ambigüedad ni distancias. Sin tapujos, pues: No es lo mismo decir bolo, que ebrio; ni cuque, que soldado. No es igual chonte, que policía; ni cholla, que parsimonia; ni choco, que cegatón.

Las imágenes que llegan con las segundas son... ¿Cómo decirlo? Más nebulosas, más ralas, menos vívidas...meras vidriosas, puessss.

En otros lares molestan; aquí, jocotean o friegan o amuelan. Por ahí se disgustan; aqui nos enojamos, mascamos o mosqueamos. En otro sitio podrán sentir asco, pero nunca tener ñañaras. O suerte, pero no leche. En otros países critican, aqui pelamos; platican, aqui chachalaqueamos, ojean, aquí pescueceamos. Por allá hacen trampa, aquí transamos. Algunos roban, aquí se huevea. Otro puede morir, nosotros petateamos, o estiramos la pata. Si usté es de Guatemala entiende que no es lo mismo tener shola, que sheca; ni trompa, que jeta. Aquí tenemos canillas. Nuestras manos saben tentar, tantear y puyar y mayugar, acuchuchar y molonquear. Conocemos la textura del telenque, la apariencia del pilishte, el precio de rascuache, el peso del tetunte, la medida de pushito.

Güiros y chirices los hay chipes y sholcos, shucos y quishpinudos. Patojos los hay shutes y relamidos, chispudos y bayuncos. Nenas las hay chulas y pizpiretas, patantacas, cornetas y mishes. Hombres los hay cuenteros y pichicatos, bagres, coyones y nagüilones, aunque también los hay con yemas. Mujeres las hay cuscas, rucas y fufurufas, chirmoleras y metiches. Negociantes hay poco cabales y muchos trinqueteros y chuchos o alagartados. Viejitos los hay chochos y chusemas. Políticos solo hay choteados. No hay quite.

Las buenas palabras (modismos) nos reclaman. Somos de aquí, ¿Verdá (perdón) vaá muchá?, así que hacete la campaña de regarte la bola como buen chapín que sos”.


...Con este artículo no puedo sentirme más que orgulloso de nuestra jerga tan peculiar, tan nuestra y única. Que nos identifica a nosotros como chapines, cabrones y chispudos, llenos de imaginación, divertidos, amigables, sociales y siempre apegados a nuestra familia y tradiciones. ¡Estoy muy orgulloso de ser un chapin, hecho y derecho!


- Jaime Estuardo -

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